Limpiar los calabacines

En primer lugar lavaremos bien los calabacines, a continuación los abriremos en dos, cortándolos a lo largo.

Se vacían los calabacines con un cuchillo hasta dejar una barquita con la cáscara de espesor suficiente para que no se nos rompa a la hora de rellenarlos más tarde. La parte de las pepitas se desecha, el resto se aparta para luego añadirlo al sofrito del relleno.

¡CUIDADO!: Saca la carne del calabacín con mucho cuidado para no romper la piel.

CONSEJO: Si tienes un vaciador de esos de fruta y verdura mejor, te resultará más fácil y será más rápido.

Una vez tengamos las barquitas de calabacín las metemos en el horno, a unos 200 ºC, mientras preparamos el sofrito. La idea es que la cáscara del calabacín se reblandezca y con ella la carne del mismo que hemos dejado para que el recipiente que hemos creado para echar el relleno tenga consistencia.
 

Hacer el Sofrito

En una sartén, con 3 cucharadas soperas de aceite de oliva bien caliente, ponemos a sofreir a fuego medio la cebolla y el ajo bien picados -teniendo cuidado de que no se quemen-, cuando empiecen a hacerse echamos el tomate sin piel en trozos pequeños y el calabacín que teníamos apartado que habíamos sacado con anterioridad.

Una vez la verdura se reblandezca añadimos el tomate triturado sazonamos al gusto con sal y añadimos medio cubito de caldo de ave (tipo avecrem), añadimos también una pizca de azúcar para anular la acidez del tomate. Dejamos que se reduzca la mezcla durante unos 15 minutos a fuego lento. Removiendo de vez en cuando para evitar que se queme.
 

Triturar la mezcla para el relleno (Si prefieres que el relleno no esté triturado puedes saltar este paso)

Una vez tengamos el sofrito listo lo pasaremos por la batidora. No es necesario dejarlo muy molido, la idea es dejarlo lo suficientemente batido para que no encontrarnos trozos.
 

Añadir las gambas a la mezcla del relleno.

Una vez tengamos las verduras trituradas (si hemos optado por esta opción) volveremos a echar la mezcla en la sartén y añadiremos las gambas.

NOTA: Si las gambas son crudas las echaremos diectamente, si por el contrario son congeladas deberemos descongelarlas previamente antes de echarlas con el fin de no aguar el relleno y no tener que esperar a que el agua sobrante se evapore, así como para que el relleno no tenga un sabor excesivo a gambas.

Tendremos el relleno listo cuando las gambas queden hechas con su color blanquecino-rosado característico.
 

Rellenar la piel de los calabacines

Cuando tengamos hecho el relleno nos dispondremos a sacar del horno las barquitas de calabacín que habíamos introducido con anterioridad.

Rellenaremos las piel de los calabacines con el relleno que hemos hecho.
 

 

Añadir bechamel

Una vez tengamos los calabacines rellenos echaremos bechamel suficiente para cubrir el calabacín.
 

Añadir queso para gratinar

Por último añadiremos el queso para gratinar al gusto.
 

Poner a Gratinar los calabacines

Pondremos el horno en modo grill y meteremos los calabacines.

Los dejaremos el tiempo suficiente hasta que el queso adquiera un color dorado.